Ya llevamos una semana del NaNo. ¿Cómo se está dando la cosa?
Yo no llevo demasiado escrito. Se supone que ya debería haber sobrepasado las 10.000 palabras y no llevo más de 5.000… En estos últimos días no he escrito nada porque estoy de vacaciones y he estado fuera todo el día. ¿Quizá hoy sea el día en el que vuelva a la rutina? Parece ser que no.
Mi objetivo, como ya dije en la entrada anterior, no es llegar a las 50.000 palabras, si no escribir. Porque creo que hay que enfocar este tipo de retos de manera personal. Nadie es igual ni trabaja igual que el que tiene al lado. Como bien dice Beatriz Esteban en esta entrada: «Tienes tu propia historia esperando ser contada. No importa el cómo ni el cuándo«.
El dilema principal con el que me he encontrado es que he estado dudando mucho sobre el proyecto que quería coger. Demasiadas historias. Pero sabía que la que debía elegir era la que me moviera algo por dentro, la que me dijera que tenía unos personajes tan diferentes y necesarios que debían de existir. Así que he escogido ese proyecto que actualmente se llama Héroes de papel.
No sabía a dónde me iba a llevar aquel word con 3 hojas escritas, pero al cuarto día del NaNo, mientras iba en tren, tuve una revelación. Tenía dos ideas en words diferentes de historias que tenían mucha relación entre sí. Y, dado que si las hubiera desarrollado por separado habrían parecido muy iguales, he decidido juntarlas. Y me siento muy feliz de haberlo hecho porque el proyecto ha crecido y he encontrado ganas extras para ponerme a escribir. (Vamos a omitir el hecho de no haber tocado el ordenador en esta semana, porque sí que he cogido la libreta para apuntar ideas y tramas).
Este año he leído historias reales muy duras de chicas que han sido muy valientes por haberse atrevido a contar su historia. A pesar del horror, leerlas ha sido inspirador. Y a raíz de esto, yo quería también contar algo motivador para dar voz a quien no puede o no se atreve. Quería hablar de aquella semilla que todos tenemos en nuestro interior y que crece en las adversidades. Que aunque todos pensemos que en ciertas ocasiones somos unos cobardes, no es del todo cierto. Solo que en algunos esa semilla germina con más lentitud.
Pero no quería darle una atmósfera de drama, así que he introducido un factor fantástico para que el contraste sea aún mayor. No sé qué conseguiré al final con todo esto, porque creo que estoy siendo cruel con la historia personal de algunos de mis personajes. Y mira que por lo general no lo soy (bueno, en La Posada Shima sí lo fui un poco… Vale, bastante.) Pero creo que va a quedar un mensaje finalmente positivo. Sí, digo creo porque es la aventura de ser escritora de brújula, que no sé con qué me voy a encontrar en mi escritura.
¿Y vosotros?
¿Cómo lleváis la primera semana del NaNo?
Es mi primer nanowrimo y lo llevo bastante bien a como pensaba que lo llevaría. No sé que pienso hacer cuando lo termine pero de momento me sirve para saber que soy capaz de escribir.
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¡Claro! Lo importante es escribir y retarse a uno mismo.
¡Muchas gracias por tu comentario! 😊
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