Proyecto Adriana

¡Hola, hola!

Hoy os vengo a hablar de un nuevo proyecto literario en el que ando metida. Debo reconocer que he dejado en doble fila al proyecto héroes de papel porque he perdido un poco el ritmo y ahora el cuerpo y la mente me pedían otro género y otra temática que tratar.

He tardado muchísimo en bautizar a este proyecto porque nada me convencía. Se llamaba igual que una novela que va a publicar en septiembre una compañera de editorial (Aintzane); y es que cuando puso por primera vez en twitter el nombre de su proyecto (La casa de los artistas), surgió esta historia. O al menos fue el detonante de que me pusiese a escribir. También debo de decir que no tiene nada que ver con lo que ella va a publicar, con lo que yo interpreté con ese título. Y es que mi proyecto va sobre escritura. Lo de la casa de los artistas únicamente se debe a su familia, que todos poseen un don artístico y, además, todos se llaman por nombres que comienzan por la misma vocal, ¿adivináis cuál?

La protagonista se llama Adriana, y su aesthetic sería algo así:

Adriana aes2

Fuente: Pinterest

¿Por qué seguir con este proyecto más realista en vez del otro que es urban fantasy? Pues porque he pasado una época bastante larga muy bloqueada y lo que más me motiva ahora mismo es mi prota y todo lo que debe descubrir de sí y del mundo.

También tuvo mucho que ver la novela Fangirl, de Rainbow Rowell, con que me haya decidido a adentrarme en esta tesitura y a abordar ciertos temas que me apasionaron en su libro. Para más inri, llegó a mis manos a principios de año Contar es escuchar, de Úrsula K. Le Guin y me tiene enamorada con su prosa y con todas sus enseñanzas. Es una lectura majestuosa con la que estoy aprendiendo una barbaridad y que me incita a repartir un poquito de su sabiduría. La loca de la casa, de Rosa Montero, es, de igual forma, uno de esos libros que disfrutas devorando y en el que encuentras frases increíbles en cada página. También me ha inspirado Desayuno en Júpiter, de Andrea Tomé, y Cartas de amor a los muertos, de Ava Dellaira, por la delicadeza de ambas y su forma de hacer magia con las palabras. A su vez, tiene un poquito de algunos libros que he leído este año sobre librerías, entre ellos La vida escondida entre los libros, de Stephanie Butland.

Si acabo este manuscrito, sería mi quinta novela escrita y me parece un número muy bonito para esta historia. De todas formas, retomaré el resto de proyectos que tengo pendientes, aunque no sé cuánto tardaré. Me habéis pedido más de La posada Shima y no tenía pensado realmente nada con respecto a esto, así que me tocará pensar un poco si quiero expandir ese universo. Por ahora aviso de que el posible Proyecto Ryu está en pausa, estoy centrada en el Proyecto Adriana.

En cuanto a La chica del corazón de agua, tengo noticias; pero hoy no es el día de darlas.

giphy (18)

Deja un comentario